La Osteopatía fue estructurada a finales del siglo XIX, en los Estados Unidos por Andrew Taylor Still. Entre los años 1870 y 1874, Still hace sus primeras experiencias osteopáticas; después de haber curado a un niño con disentería, trata y cura a otros 17 pacientes más.El 22 de Junio de 1874, decide crear una nueva medicina: la Osteopatía, que es la ciencia y el arte de diagnosticar y de tratar las disfunciones de movilidad de los tejidos del cuerpo humano, que provocan trastornos y perturban el estado de salud del organismo.
Entre los fundamentos de la Osteopatía destaca el actuar sobre las causas y no sólo sobre sus efectos, abordando al paciente en su totalidad mediante el razonamiento y la intervención manual adaptada.
La Osteopatía Infantil es un área de especialización de la Osteopatía en España y en muchos países da Comunidad Europea. Este área de intervención permite intervenir precozmente en el bebé y en el niño, en diferentes situaciones que van desde las alteraciones músculo-esqueléticas (ej. Tortícolis, escoliosis, plagiocefalias) las alteraciones gastrointestinales (ej. Reflujo, cólico del lactante, estreñimiento). Trastornos emocionales (ej. Bruxismo, insomnio, nerviosismo).
La osteopatía es particularmente recomendable en niños nacidos en:
Partos difíciles.
Cesáreas.
Partos de nalgas o podálicos.
Utilización de fórceps o ventosas.
Bebes prematuros.
Se utilizan técnicas manuales muy suaves para devolver el equilibrio fisiológico de bebes y niños.
Lo ideal es aplicar el tratamiento durante los primeros seis meses de vida, que es cuando más efectivas son las técnicas gracias al gran potencial de cambio que presenta el bebé y cuando mejores y más rápidos resultados se obtienen. No obstante el tratamiento se puede realizar a cualquier edad.
Indicaciones:
Asimetrías faciales o deformaciones de la cabeza: Cólicos o problemas digestivos.
Insomnio.
Problemas respiratorios.
Irritabilidad o llanto continuo.
Bebe muy agitado, o al contrario, que no se mueve.
Postura llamativa: el bebé adopta siempre la misma posición o no acepta otras.
Trastornos de la concentración.
Dificultad en el aprendizaje.
Trastornos del lenguaje.
Trastornos motores o de la marcha.
Trastornos del aparato respiratorio o de los oidos: Otitis, bronquitis, bronco espasmos, asma.
Problemas visuales: Miopía, estrabismos.
Trastornos digestivos: Colitis, vómitos, diarreas.
Dolor de espalda.
Problemas de dentición.